Este Camino nos ha sorprendido gratamente. Pensábamos que serían unos terrenos áridos y secos, no comparables a los que discurren por el norte peninsular.
Aunque de diferente estructura vegetal y paisajística, no por esto eran menos bellos los parajes que hemos recorrido.
No nos hemos encontrado con ningún caminante. Es verdad que la poca infraestructura, en cuanto a albergues u hoteles, de la mayoría de los pueblos que hemos atravesado, no invita a venir a los muchos potenciales peregrinos, que prefieren ir y repetir los otros Caminos mejor dotados.
De ahí la importancia que tuvo para nosotros el contar con coche y chófer de apoyo, que anteriormente mencionaba. Desde mi blog animo a los responsables de los municipios a que intenten atraer a los muchos caminantes que, seguramente, se decidirían por esta zona tan desconocida y tan atractiva, como hemos constatado nosotros.
Como estábamos bien físicamente y también porque nos saltamos un pueblo, nos desviamos de la ruta debido a un despiste, aumentamos los kms. diarios que pensábamos hacer y al final nos plantamos en Cuenca un día antes de lo previsto.
Nos vino muy bien, Francis pudo volver en tren un día antes a su casa, en El Salobral-Albacete y Feli y yo nos quedamos a dormir y, al día siguiente, salimos temprano para Canovelles-Barcelona.
Antonio R.