Salgo a las 7,30 h. de Belltall. El día amaneció con niebla, el clima era ideal para caminar, pero limitaba la visibilidad e impedía disfrutar plenamente de las vistas que me ofrecía la altura en la que me encontraba. Camino llano y en ligero descenso hasta Forès. Subo al casco antiguo y desayuno en un pequeño y coqueto bar.
Bajo a la carretera y enlazo con la Ruta, paso por Rocafort de Queralt y Montbrió de la Marca y, a partir de aquí, comienza la subida al Cogulló, punto más alto de la etapa. La niebla hace tiempo que escampó y esto me permite gozar de los bellos parajes de la zona.
Los primeros metros del descenso del Cogulló son muy peligrosos y me tengo que ayudar de una cadena que hay amarrada a las rocas. A partir de aquí el camino se suaviza y las viñas, que quedaron atrás hace unos días, vuelven a aparecer. En este tramo me encuentro con las únicas personas que he visto haciendo la Ruta del Cister a pie. Son un grupo de cuatro, que viven en Denia (Alicante). Una de ellas es Neus, una chica muy joven, pero muy valiente y bien preparada.
Hablo durante un rato con uno de los componentes del grupo y nos despistamos en un cruce, yo seguí recto y ellos, creo que retrocedieron, el caso es que no nos pudimos encontrar en El Pont d'Armentera, como era nuestra intención. Por si consultan el blog, vaya desde aquí un saludo a todos y ánimo a Neus para recorrer los muchos Caminos que tiene por delante.
Llego a Santes Creus a las dos y media de la tarde, cansado pero contento y pongo el punto final a la Ruta del Cister, otra experiencia más que añadir a mi dilatado "curriculum" de caminante.
Una muy buena comida en compañía de Feli y vuelta a casa, tras tres días intensos y divertidos.
Saludos.
Antonio R.
