dijous, 3 de gener del 2019

New York en familia, 3ª parte. Diciembre 2018

    Hoy es el quinto día de estancia en Nueva York. A las ocho de la mañana, Manel me envía un mensaje desde su habitación, invitándome a ir a Central Park para correr un rato. No tenía intención de hacerlo hoy, pero la reacción va a ser inmediata, en quince minutos ya estábamos en la calle, dispuestos a cubrir los 2 kms. que nos separaban del parque y dar unas vueltas por Central Park. Fue una gozada el entrenamiento, a pesar de la temperatura, bajo cero. Como no teníamos prisa, lo hicimos a ritmo lento y parando varias veces para hacernos fotos.







    De vuelta al apartamento y una vez duchados, nos reunimos con las mujeres para desayunar juntos.
    Después nos fuimos al barrio de Chelsea, donde dimos el clásico paseo por High Line, antigua línea de ferrocarril de mercancías elevada, convertida en un atractivo recorrido. Tomamos café en Chelsea Market, un edificio antiguo, ocupado ahora por tiendas de todo tipo y típicos bares.





 
    Por la tarde fuimos al One World Observatory. La idea era entrar de día y enlazar con el anochecer, para comprobar el contraste de luminosidad, pero no pudo ser, sólo había entradas para las 18´30 h. Las vistas, desde el piso 102, espectaculares. Pudimos ver la ciudad iluminada en toda su extensión y desde todos los ángulos.





    Un paseo por la concurrida e iluminada 5ª avenida y, ya cansados y con evidentes ganas de comer, buscamos un restaurante cerca de casa y fuera de la abarrotada zona céntrica para cenar.




    Sexto día en New York. Hoy tocaba el llamado Tour de Contrastes, una vuelta por los cinco condados de la ciudad de Nueva York. Estábamos numerosos turistas, que previamente habíamos contratado el viaje y nos dividieron en varios autobuses. A nosotros nos asignaron un guía colombiano, muy amable y "enrollado", que lógicamente nos daba explicaciones en castellano, así que Feli y yo pudimos prescindir durante unas horas de nuestros queridos intérpretes Alba, Laura y Manel.






    Hicimos parada en Bronx, donde compramos unos bocadillos en una típica tienda hispana. La clásica visita a la comisaría, que se conserva sin cambios desde los años 70, donde se rodó la película Fort Apache, protagonizada por Paul Newman. Después nos desplazamos al Yankee Stadium y una corta parada para hacer fotos, por supuesto que yo posé con mucho gusto.





    Nos trasladamos al condado de Queens y otra parada, esta más larga para contemplar la Unisphere, Fuente de la bola del Mundo. Fotos obligadas bajo la impresionante estructura de hierro. Al lado están las instalaciones de Fushing Meadows, donde se celebra el US Open Tenis.





    Seguimos el recorrido, pasando por Staten Island, donde hay un complejo de casas señoriales que, según nos dijo el guía, tienen un precio elevado, pero mucho menos caras que un apartamento de calidad media en el centro de Manhattan.







    Al filo del mediodía, finalizamos el interesante Tour de Contrastes a bordo del autobús, pero aún nos quedaba el obligado paseo, cruzando el río Hudson a través del Puente de Brooklyn, de más de 1.000 m. de longitud. Comimos antes y, a media tarde y bien abrigados porque el frío y ligero viento, sumados a la altura del puente, nos obligaban a hacerlo.



    
    Y por la noche, otro espectáculo que estábamos esperando disfrutar, un musical en Broadway, obligado para todo turista que visita New York. Habíamos reservado entradas para el clásico Aladino y no salimos defraudados, el teatro, ambiente y la obra, geniales.
    P.D.: Todavía nos quedaban dos días de estancia en New York pero, para no hacerme pesado, ya no escribiré más, los lectores del blog se habrán hecho una idea de la magnitud y belleza de la Ciudad de los Rascacielos.
    Espero haber satisfecho a los que ya conocen la ciudad y animo  a aquellos que estén interesados en visitarla, vale la pena.
    Saludos.
    Antonio R.