dimarts, 19 de juliol del 2016

Boda de Laura y Manel. 16-07-2016

    Vuelvo a hacer una excepción y escribo sobre un acontecimiento que no está relacionado con los temas que habitualmente os ofrezco en mi blog: Manel, mi hijo, se casa con Laura, su novia de toda la vida. Los dos son buenos deportistas, ella juega a voley y él a balonmano y , a veces, les da por correr e incluso han recorrido algunos tramos del Camino de Santiago. Quizá esto justifique que les dedique una entrada en el blog.







    El viernes, 15 de julio, acuden al Juzgado de Les Franqueses del Vallès, pueblo donde han fijado su residencia. Ellos querían casarse civilmente en absoluta intimidad, pero nos "colamos" las personas que más les queremos, los obligados testigos, Ana ( hermana de Laura ) y Alba ( hermana de Manel ), los padres de la novia, María y Manel y los del novio, Feli y Antonio y, cómo no, Paquita ( abuela del novio) que, aunque ya es mayor, todavía tiene muchos ánimos y no se pierde ninguno de los eventos en los que haya alguien de su larga descendencia.







    El día siguiente, sábado, se celebra la gran boda. Familiares y amigos, muchos venidos de fuera, esperamos impacientes, a las 18'30 h., en el precioso complejo de Mas Corts, a que lleguen los novios. Manel se presenta acompañado de la madrina, su madre, en un  cochecito que nos sorprendió a todos, el Seat 600, que en los años sesenta revolucionó el mundo del automóvil.





    Laura, acompañada del padrino, su padre, no nos hizo esperar demasiado y, a bordo de un espectacular Rolls Royce, hizo su entrada triunfal al recinto donde ya la esperábamos más de un centenar de invitados, el novio y la jueza, para repetir la ceremonia del casamiento en un marco muy distinto y mucho más animado que el día anterior.





    Acabado el acto, los ya marido y mujer, Manel y Laura, fueron "sometidos" a una larga sesión de fotos, todos queríamos posar junto a ellos. Mientras tanto, los camareros se paseaban entre los invitados con bandejas de comida y bebida. Era tal la variedad y la calidad de lo que nos ofrecían y porque avanzaba la tarde y ya teníamos apetito, que nos animamos y casi nos saciamos, sin pensar en que poco después nos esperaban los platos fuertes. Al mismo tiempo aprovechamos para saludarnos los ya conocidos y para hacer las presentaciones de los desconocidos, así conseguimos crear un ambiente en el que nadie se sentía apartado, todos éramos una piña.




    Ya comenzaba a oscurecerse cuando pasamos al salón, donde continuaría la gran fiesta. Una vez todos sentados, hacen su entrada los novios, acompañados de la música y los clásicos vítores de " Vivan los novios ". Comenzamos a comer, en principio sin demasiadas ganas, pero enseguida nos animamos porque los platos que nos servían eran tan apetitosos que nos " obligaban " a degustarlos.






    Una vez acabada la comida, comienza el gran show, con una larga serie de actuaciones muy divertidas y algunas sorprendentes para los invitados: ramos de flores para las abuelas, Encarna y Paquita, a las madres, María y Feli, a las hermanas, Ana y Alba y un regalo especial para las parejas casaderas. También hubo la proyección de dos vídeos, muy emotivos y graciosos y lo que para todos fue un bombazo: una coreografía de los amigos, sólo chicos, a la que también se sumó el novio. Fue la actuación más aplaudida, por inesperada y por su casi perfecta ejecución.




    Los novios y padrinos abrieron el baile y enseguida se sumaron muchos de los invitados; yo, que me gusta   ver bailar pero que no soy nada ducho bailando, hice un esfuerzo y salí a la pista sólo unos minutos.
    Al mismo tiempo se abrió la barra libre. Al principio hubo atasco, todos queríamos degustar la gran variedad de cócteles y bebidas que nos ofrecían. Poco a poco fuimos saciando nuestra sed, y no precisamente con agua, unos más y otros menos, pero todos contribuímos a agotar existencias.
    Al fin, hacia las cuatro de la madrugada, aunque algunos se resistían, se dio por finalizada la fiesta.



    Ha sido un fin de semana para enmarcar: nos hemos reunido la familia y amigos en torno a Laura y Manel, a los que deseamos una larga vida juntos y a los que yo animo a que, más pronto que tarde, nos regalen un nieto para poder " ejercer " de abuelo.
    Saludos.
    Antonio R.