Travessa Viladrau - La Garriga, 2013

Hace tiempo que tenía en mente realizar esta travesía desde Viladrau, bonito pueblo al pie del macizo del Montseny, al también bonito pueblo de La Garriga.
Hace años coincidía con la Mitja Marató de Granollers, como dato anecdótico hubo quien doblaba aquel día haciendo las dos pruebas, eso sí, corriendo mucho en la travesía, para llegar a tiempo al tiro de salida de La Mitja.
Con buen criterio por parte de los organizadores, se pasó a celebrar a la semana siguiente y esto ha hecho posible que yo y más corredores, pudiésemos cambiar el asfalto de la carretera por los caminos y senderos del campo a través de un recorrido precioso.
El desplazamiento al punto de partida, Viladrau, se realizaba en autocar desde La Garriga a partir de las 5,30 de la mañana.
Cuando llegué, a las 5 h., pensando que sería de los primeros, me sorprendí al ver que había una cola de más de 400 personas, el total de marchadores éramos 1.000, con las inscripciones cerradas unos días antes.
Hacía mucho frío y tardamos mucho tiempo, casi una hora, en embarcar en el autocar. Me permito un reproche a los organizadores, tanto tiempo en la cola,con una temperatura tan gélida no resultó nada agradable, creo que se ha de mejorar en este aspecto.
Una vez dentro del autocar, los comentarios un tanto jocosos eran que se podía alargar el viaje hasta Puigcerdà, pueblo cercano a Francia, tantas eran las ganas de quitarnos el frío que habíamos pasado.
Nada más llegar a Viladrau, salimos en seguida a caminar, seguía el termómetro bajo cero, pero como salíamos en cuesta, a los pocos minutos comenzamos a quitarnos capas de ropa.
El principio del recorrido, durante unos 7 km.,era de constante subida y el resto, muy favorable, todo por lugares preciosos.Bien en el tema avituallamientos, en uno de ellos,la ya clásica butifarra y el porrón de un vino que calentaba la garganta; un detalle a destacar fue que también había como alternativa para quien no podía o no quería comer butifarra,un bocadillo de queso.
A la una de la tarde llegué a la plaza de la Iglesia de La Garriga, final de la bonita marcha, después de 6 h. invertidas en un trayecto de aproximadamente 29,5 km.
Servidor, que es muy despistado, perdió la tarjeta de control de paso, cuando llegué a casa resulta que la tenía al fondo de la mochila, y no pude acreditar mi participación en la marcha, por lo que me quedé sin el pequeño obsequio que daban a los que habían completado el recorrido. "Ho sento, no puc fer res", palabras textuales del encargado de dar el regalo. Creo que fue un acto de desconfianza hacia mí y que una linterna más, en el caso hipotético de que yo quisiera engañar, no habría supuesto ningún problema de cara al presupuesto de la prueba.
Saludos
A. Romero