Yo quería conocer otro Camino y hablé con Francis para ver si disponía de una semana y hacer un tramo juntos. A él le hacía ilusión que fuese Valencia - Albacete, porque es un recorrido que lo hace con frecuencia en coche. A mí me pareció bien y acordamos empezar el día cinco de septiembre, en teoría unas fechas con un clima agradable, pero este año no ha sido así, hemos tenido que soportar temperaturas cercanas a los cuarenta grados.
Poco después de las diez de la mañana, nos encontramos en la estación de Joaquín Sorolla de Valencia y, sin pérdida de tiempo, nos pusimos a caminar y enseguida encontramos las deseadas flechas amarillas, que indicaban el Camino de Levante y que nos sacarían de la gran ciudad, por cierto que numerosas y estratégicamente situadas.
Pasamos por Alfafar y Massana, donde paramos a comer, muy bien y a un precio módico.
Tras reponer fuerzas y sin perder demasiado tiempo, seguimos caminando, atravesamos Catarroja y llegamos a Silla, hasta ahora todos los pueblos enlazados entre sí. A partir de aquí, nos adentramos en la Albufera, con sus grandes extensiones de plantaciones de arroz.
Más adelante, aparecen los clásicos naranjos, que dan fama a la Comunidad Valenciana y las nuevas plantaciones de caquis y algunos granados, todos ellos regados por el agua que circula por los múltiples canales y que nosotros aprovechamos, en más de una ocasión, para mojar nuestros gorros y mitigar, en parte, el calor que hace estos días.
A la entrada de Almussafes nos encontramos con Günther, un caminante alemán, que tiene intención de llegar a Santiago de Compostela. Paramos a tomar una cerveza y estamos un buen rato hablando con él, a ratos en inglés, Francis se defiende medianamente, yo no tanto y también en castellano.
Seguimos hasta Benifaió, muy cerca de Almussafes y allí nos despedimos de Günther, él se queda a dormir y nosotros seguimos hasta Algemesí, final de nuestra primera etapa.
Fotos: Francis y Antonio.
Saludos.
Buen Camino
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