Teníamos ganas de conocer Menorca y pensamos que la mejor manera de hacerlo sería caminando, así que nos pusimos en contacto con Francis, que ya nos había comentado que tenía interés en hacer el Camí de Cavalls. Recabamos información vía Internet y enseguida nos pusimos de acuerdo, de este año no pasaría.
El día 1 de mayo, a las 5h30' nos recoge Manel en casa y nos deja en el aeropuerto de Barcelona. Ya estábamos a punto de despegar, cuando el comandante nos anuncia que no lo puede hacer, porque una bomba....hidráulica no funciona y tenemos que cambiar de avión.
Tras dos horas de demora y un vuelo rápido de una hora escasa, llegamos a Maó. En el mismo aeropuerto alquilamos un coche, Feli será la conductora y la encargada de logística.
Almorzamos en un bar del puerto y a las 11h30' empezamos a caminar Francis y yo y Feli se va con el equipaje al apartamento que previamente habíamos alquilado en Es Mercadal, donde estableceríamos el cuartel general.
Los primeros 5 kms. no son muy amenos, ya que había que circular por la carretera. Llegamos a Sa Mesquida, donde tenemos el primer contacto visual con el mar y el decorado cambia por completo, por fin nos adentramos en el Camí de Cavalls.
Tras varios kms. de sucesivas subidas y bajadas y siempre con el mar de acompañante y unas vistas espectaculares, llegamos a El Grau, pasamos por la playa d'en Tortuga y nos dirigimos al Cap de Favàritx, donde pensábamos parar a comer, pero no pudo ser, no había restaurante o bar para poderlo hacer.
Vuelta atrás por un tramo de carretera y después de un buen rato, nos adentramos en el campo, cambia totalmente el piso y la vegetación, pasamos por zonas pobladas de árboles, pero el camino sigue siendo atractivo.
Tras casi diez kms. llegamos a Addaia, final de nuestra primera etapa, a las 5h30', donde nos esperaba Feli con el coche. Teníamos ganas de comer, no lo habíamos hecho desde hacía horas, así que compramos en un super unas patatas y unas cervezas, en espera de comer, pero ya en el apartamento de Es Mercadal, donde teníamos provisiones que Feli se había encargado de comprar mientras nosotros caminábamos.
Fotos: Francis y Antonio.
Saludos.
Antonio R.
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