Desayuno mientras espero al autobús que me devolverá a Tineo, para reanudar el Camino donde lo dejé el día anterior. Feli se queda en Pola de Allande, hoy no caminará, se toma un día de descanso.
A las nueve de la mañana, bajo del autobús y, sin demora alguna, comienzo a caminar. Hoy no llevo mochila, sólo mi pequeña botella de agua y algunos frutos secos, por si hubiese necesidad.
Los primeros 5 kms. son de constante subida y de un desnivel considerable. La vegetación es abundante y los paisajes espectaculares.
El siguiente tramo es casi todo bajada y, como iba "liberado" de carga, me animé e hice muchos tramos trotando, hasta llegar a Campiello. A partir de aquí, comienza un ligero ascenso, hasta llegar a Borres, donde paro en el Barín a tomar la cerveza y su consiguiente aperitivo.
Poco después de Borres, se debe elegir entre desviarnos a la derecha y hacer la Ruta de los Hospitales, tramo muy duro pero precioso, o seguir recto a Pola de Allande. Yo me decido por esta segunda posibilidad, por dos razones: ya en el año 2006 hice la Ruta de Hospitales y porque tenía que parar en Pola de Allande, donde me esperaba Feli.
Pasado Porciles, tuve uno de mis ya clásicos despistes: bajaba trotando y no vi la flecha amarilla que indicaba desvío a la derecha. Pensé que iba por el camino correcto y no rectifiqué hasta que llevaba casi un kilómetro que no veía flechas, aunque sí huellas de pisadas.
Volví sobre mis pasos hasta llegar al punto donde me confundí, estaba muy bien señalizado, pero yo no lo vi, así que, casi un par de kilómetros más que añadir a la etapa.
El último tramo, una larga y rápida bajada que me ayudó a recuperar el tiempo "perdido" y, a las 14,30 h. llegué a Pola de Allande, final de la apasionante etapa de hoy.
Saludos y Buen Camino.
Antonio R.
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